lunes, 18 de febrero de 2008

El lejano Suroeste boliviano. Los paisajes de la Tierra no son lunares

En este blog ya he defendido que el camino algunas veces es más importante que la meta, en el tour que hice dirección a la Laguna Colorada ha vuelto a suceder lo mismo, las formaciones rocosas del alto altiplano (superiores a 4.000m) son mágicas, tierras de colores, cerros nevados al fondo, lagunas multicromáticas, desiertos, … y una buena compañía han hecho de ese trayecto uno de los más alucinantes de esta ruta hacia el Sur.

El grupo
Contraté el viaje de cuatro días, tres noches en Potosí, pero la ruta comenzó en Uyuni. En el 4x4 íbamos Octavio, el guía cocinero; Ini, su ayudante; cuatro franceses, porreros; una argentina, antropóloga y yo. Hubo buen rollito durante todo el trayecto. La primera etapa fue el Salar con vuelta a Uyuni para pernoctar porque las lluvias imposibilitaban hacerlo donde en principio estaba previsto. No hubo quejas, todos nos queríamos dejar llevar…

San Cristobal, minería bien hecha
Según llegas a este pequeño poblado algo choca, por su configuaración, si has visto otros de la zona. Y preguntas… Según cuentan es el mayor proyecto minero del mundo, plata, zinc y plomo. Según dicen, la gran esperanza del árido altiplano en una tierra castigada por la nada y engañada mil veces. Según parece las cosas funcionan. Según me informo la empresa además de construir un pueblo nuevo, con comodidades pactadas con los pobladores, ha realizado grandes obras de infraestructura: hospital, colegios, cursos de capacitación, mercado, traslado de la iglesia piedra a piedra desde el antiguo poblado, carreteras y está construyendo una vía férrea. Según veo es posible compaginar beneficios económicos con el respeto a los trabajadores. Que cunda el ejemplo, por favor.

¿Paisajes lunares?
Eso es lo que a menudo se afirma cuando nos encontramos con zonas estériles, áridas, sin vegetación y de formas extrañas. Pues no, mentira. Con el tiempo y la experiencia me he dado cuenta de que el planeta tierra tiene tal variedad de climas, de atmósferas que se esconden bajo ese concepto de lunar que es difícil imaginar que la tierra selenita le llegue a los talones. Los vientos, las corrientes marinas –debería hacer un post sobre la corriente de Humboldt, porque es impresionante su poder–, el sol, el Norte o el Sur… tantas cosas configuran nuestro ecosistema que ni regando la luna se podría comparar.

Por cierto, hablando de la luna
Estoy un poco desencantado con mis lectores/as, el otro día, cuando empecé a hablar de Bolivia, Copacabana, puse una imagen de la luna de la cual esperaba algún comentario, pero no hubo ni uno. Nadie se percató o al menos nadie hizo mención de ello de que el cuarto creciente ahí expuesto es diametralmente opuesto a la que vemos en Europa. Sí, sí amigos, la luna aquí es un espejo de la nuestra: Es una "C" perfecta, que crece de izquierda a derecha y no al revés como la nuestra. Nada que ver, amigos. Una pena, lectores, una pena, sobre todo teniendo en cuenta, uno, el coñazo que doy con nuestro satélite rey, y dos que una de las páginas más visitadas de este blog es la de las fases de la luna.

¿Para cuándo Chile?
Eso me pregunto yo. Teóricamente hoy debería dar por finalizado el capítulo boliviano, pero teniendo en cuenta la hora, 3.30 de la mañana, que en un rato tengo que agarrar un bus hacia el sur de Chile y que me enrrollo con otros temas que no tenía previsto, hacen que no sea posible. Pero os prometo que éste es el penúltimo, que mañana o pasado, finalizo con el Altiplano conduciéndoos por lugares que ni en vuestra imaginación existen. Buenas noches, amores. Buenas noches, Santiago. Hoy toca no dormir, me esperan 12 horas de viaje.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Vaya sorpresa Bolivia! Nunca imaginé que escondía tantos secretos, tantos lugares tan espectaculares...
¡Cuanto aprendemos contigo, George!
Buenas noches.
Besos

Jorge Bonilla dijo...

¡Qué sopresa Gema! Hacía meses que no leía un comentario tuyo y no sabes lo que alegro. Lo que hablamos de Buenos Aires se ha quedado en un sueño, no? Ya me contarás.
Un beso muy fuerte.

Anónimo dijo...

A Uruguay tampoco vas?