Está lejos del Centro, cuesta llegar, pero se llega . Metro, tren ligero y taxi, "al embarcadero de Cuemanco, por favor". 3 dólares. Xochimilco es un paraíso para él que lo visite. Se trata de un lago, varios canales que en tiempos llegaban hasta la ciudad de México y que sus habitantes utilizaban como vía fluvial por medio de canoas –trajineras– para llevar su productos hortifrutícolas, producidos en las chinampas. Hoy es un lugar de recreo donde van familias, amigos, parejas los fines de semana. es cuando hay que ir, de lo contrario eres completamente guiri. Allí no va casi nadie solo. Es un espacio, un momento para compartir. Pero yo fui. Solo. Y me querían cobrar la tarifa, 16 dólares por hora. Me negué, por el precio y porque no me apetecía verme como un gringo solo en una enorme barcaza con capacidad para 12 o 14 personas.
El arranque ya en la barcaza fue ligeramente cortante, ellos tímidos, yo sentía que les había invadido su espacio. Pensé en que no había sido una buena idea. El trato que me daban era de Señor, me sentía incómodo. Les tuve que decir, que por favor, que de Señor nada, que Jorge.
Noche de cervezas y mezcal
El tequila pierde fuelle y lo gana el mezcal, ahora se trata de pedir una chela, oscura a ser posible, con una copita de mezcal e ir combinado los tragos de una y de otra. A ese rito me apunte, como no. El contacto me lo dio MB, el peruano. Estuve con Sury, mi contacto, un manojo de nervios, mexicano de ascendencia siria, en los 90 durmió en las calles de Madrid y se aposentó en cama prestada en Berlín y hoy es arquitecto que tiene que perseguir a sus clientes para que le paguen ; su mujer, Aline, encantadora, con sangre serbocroata, sus abuelos sufrieron el terror nazi, y tiene la distribución de miel como negocio. Estaba Paco, no podía negar su pasado hispano, era el político, concejal de distrito del PRD; Fermín, divertidísimo, vacilón, arquitecto consultor, se cogió un gran pedo y al día siguiente se iba de vacaciones. S. Espinosa de los Monteros, alguno de sus antepasados procedía de esa población en la provincia de Burgos. En otra mesa estaba BeaBettyBeatriz, ejecutiva de cuentas en una casa de cambios, que conocía casualmente a Sury de clases de yoga y se apuntó a nuestra cata. Más tarde vinieron Jorge y un amigo, colombianos y varios años en DF, con Laura, suiza.
En mis clases de diseño editorial o a mis nuevos compañeros de trabajo siempre se les he dicho que no se puede publicar una entrevista si no hay una foto del personaje del que hablamos. Yo aquel día no tenía cámara, pero no podía obviar una noche tan sana, tan borracha. Gracias, amigos.
Se interesó por mi, me dio su teléfono por si quería hacer algo especial con ella, no recuerdo muy bien el qué, (el alcohol es imprevisible). Dije que sí, que la llamaría. Lo hice, no la encontré. Lo volví a intentar al día siguiente, quedamos. Yo me fui a Xochimilco y nos citamos a las 8 en Atrio, donde nos conocimos. Dio la hora y yo todavía estaba a 10 km de mi punto de encuentro en una ciudad desconocida. La llamé, no contestaba, le dejé un mensaje que no sabía a ciencia cierta si se había grabado y le dije que antes de la 9 imposible. Corrí a mi hotel como un poseso. Ducha, ponerse guapo y un taxi. Allí estaba yo a las 9 menos 5, raudo y veloz. No había nadie. Calma, me dije, lo ha oído y ya vendrá. 9.30, las 10, no aparece nadie. Se te está bien, por impuntual. Entable amistad con el mesero, Teseo, mexicano, blanco, fotógrafo, aventurero, viajero cuando tiene lana, hoy aquí mañana allí, una novela publicada, otra en proyecto que quiere escribir en Malasia o Vietnam. Buen tipo, me tomé un par de chelas, cené un provolone y me invitó a una caipirinha con mezcal.
Me llevó a un irlandés. Zona noble, Colonia La Condesa, mucho mogollón, buenos carros, vestidos de noche, mechas, camisas con botón al cuello y cabellos muy cuidados, cortados a navaja. Tomamos apretados un par de chelas, un amigo suyo aparecía y desaparecía… Me propuso que nos encontrásemos en San Cristóbal de las Casas, (Chiapas). Yo encantado. Le pedí un beso, me regaló un abrazo. Nos fuimos los tres, me acercaron a una parada de taxi. Yo seguí solo mi camino. Le escribí: lo de Chiapas iba en serio o era el producto efusivo del alcohol. "Va en serio", me contestó. Llega el fin de semana y Chiapas fue una noche de alcohol.

Nos conocimos en el turibus, él hacía de guía de un primo llegado a la capital con su novia. Tiene apellido vasco y dice en su correo algo de sangre celta. Acaba de terminar sus estudios y prepara sus tesis. Conoce España y tiene amigos en Barna. No estaba animado, parecía resacoso, y estaba allí más por obligación que por placer. Se fijó ya en mi en la cola del autobús. Algún cigarrillo cautivo en la trasera del autobús. Nos sentámos juntos, le comenté lo academicista del recorrido y hablamos de la Uni, de Chiapas, de los indígenas, –a todo el mundo le pregunto por ese tema, me intriga, me preocupa–, del subcomandante Marcos –va de estrella y hace poco–, de política y de mota, ¡ahhh, esa mota que nunca probaré!, está por ahí, todo el mundo lo dice, siempre cercana pero nunca se acerca. Hoy DAA es mi corrector en temas mexicanos. Meto la gamba con facilidad, pero él está ahí para enderezar mis errores.
Tampoco hay foto, aquel día, el mismo de la borrachera, me quedé sin batería al ratito de montar. Fallos.
2 comentarios:
MUCHAS GRACIAS JORGE POR TOMARNOS EN CUENTA Y HACER MENCION DE ESE GRUPO DE CUEMANCO CON EL CUAL ASI COMO TU Y NOSOTROS ES AGRADABLE CONOCER GENTE ESPERO QUE TE VAYA BIEN EN TU RECORRIDO YA QUE HAS DE LLEVAR UNA TERCERA PARTE DE ESTE Y BUENO APARTE DE TODO ESTO MANDARTE UN SALUDO Y ESPERANDO SEGUIR LEYENDO TUS RESEÑAS DE TU VIAJE
TUS AMIGOS DE CUEMANCO
PD SI TE CANSAS Y NESECITAS QUIEN TE AYUDE CON EL EQIPAJE AUN ESTAMOS CERCA
Gracias, amigos de Cuemanco. Fue un placer conoceros. Espero encontrar m'as gente como vosotros en el camino.
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