domingo, 16 de marzo de 2008

Puerto Natales: las Torres del Paine, gigantes de granito

En la provincia de Última Esperanza. Puerto Natales, inicialmente o durante la colonización, debió ser un puerto pequeño y almacén de la comarca. Antes hubo que liquidar a los propietarios de la tierra, a las poblaciones autóctonas y luego quemar los bosques para conseguir pasto. ¿O fue al revés? No me acuerdo. Lana, carne de oveja, cordero a la patagónica… salmón y turistas de todo el mundo, mucho israelí. Hoy es un destino puramente turístico, como muchos que voy a encontrar en la Patagonia chilena y argentina. Hoteles, hostales, restaurantes y tiendas para avituallamiento de mochileros, poco más; porque todos venimos a ver lo mismo: las Torres del Paine.

Torres del Paine. Jóvenes monolitos de tres mil metros
Las había visto imágenes que ejercieron de imán. Son unos monolitos de granito de casi 3.000 m. No vi nada, o muy poco, durante mi estancia. Busqué retratar la imagen que ilustra este post, no es mía, pero me encontré únicamente con la que la acompaña. Una ligera frustración me invadió. El personal viene pertrechado para acampar, la mochilas hasta los topes, tienda de campaña y saco de dormir. Yo no, no venía ni preparado con material, ni psicológicamente, que es mucho más importante, lo otro lo compras, la preparación mental, no. El personal hace excursiones de tres a 10 días para dar la vuelta a la "W" que forman estos cerros. Yo no. Únicamente hice una excursión "full day" con un clima espantoso de lluvia y viento, apenas vi, intuí la fuerza gráfica de unos cerros jóvenes, apenas 12 millones años.

Pero no hay que desanimarse en esos momentos, todo es nuevo alrededor, hay que disfrutarlo, sacar de las adversidades provecho: la luz, los glaciares, nieves perpetuas, lagos verdes, ríos verdes –producido por el magnesio de las rocas, según me dijeron– y unos llanos eternos, es la Patagonia. Hay que aprovecharse de que los animales no huyen, se alejan discretamente, ya no se les caza, observas huanacos, ñandus, el precioso Huemul, en recuperación, hasta el zorrito gris se te acerca.

Salmoneras
Es un boom! El salmón se ha convertido en una fuente muy importante de ingresos. Los chilenos aprenden rápido, han copiado los sistemas noruegos, canadienses y los han adaptado a sus características geográficas y climáticas. Tienen el mar repleto de granjas salmoneras, con sistema de cámaras en el fondo de la jaula y alimentación computerizada. Hoy los chilenos se permiten enseñar hasta a los países escandinavos, me lo contó un biólogo marino que trabaja para Pescanova en Puerta Arenas. A menudo se traslada a otras regiones salmoneras del mundo para aprender, copiar, enseñar.
El camión que ilustra este bloque es una constante. En la instantánea está depositando el remolque en el barco para su traslado a las jaulas situadas entre los canales que tanto abundan. Se les ve a cientos, desde Valdivia hasta Punta Arenas. Allí, en los depósitos que transporta van los alevines de salmón. Se les traslada de la guardería en agua dulce –donde nacen y dan sus primeras aletadas–, instaladas en tierra y se les lleva a engordar a las aguas saladas. Un proceso que dura meses en la naturaleza, el hombre lo resuelve en horas con un camión. Loco, no?

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Sabías que los peces tiene olfato? Y uno de los peces que mejor olfato tienen son los salmones. Por el olfato reconocen hasta las aguas del río en el que nacieron.