
Estamos en California. Aunque descubierta a mediados del siglo XVI., esta región se la inventó un franciscano español, Fray Junípero Serra, que se vino desde mexico en 1768 con un ejército de vacas, cerdos, ovejas y semillas y arrimado a la costa del Pacífico fue creando misiones, según avanzaba hacia el Norte, que con el tiempo se convirtieron en ciudades (San Diego, Los Ángeles, San Francisco, Sacramento, entre otras) es decir el meollo de este Estado. Realmente un visionario. Pero por estas tierras ha pasado mucha gente, muchos pueblos. En 1822 paso a ser mejicano, en 1845 estadounidense, luego vino la fiebre del oro y se llenó de británicos, más tarde daneses y suizos, en 1872 con el ferrocarril hubo poblaciones que llegaron a tener el 10% de su población china. A finales del XIX los japoneses plantaron las fresas. Ya en el XX mejicanos, italianos, suecos, filipinos. Hasta sus propios compatriotas emigraron durante la Dust Bowl, la gran sequía de los años 30. ¿Quién falta?

Monterey, no olvides llevar a la familia
La tierra de esta región es rica y se nota, hay grandes plantaciones de fresas, espinacas, espárragos y mucho frutal. En el mercado semanal de granjeros en Santa Bárbara puedes encontrar albaricoques, cerezas, naranjas, pomelos. Todo made in California. Y es que este Estado, el mas rico de los EEUU y séptima potencia mundial si fuese independiente, tiene de todo. Industria en el Norte, Silicon Valley en la bahía de San Francisco, la industria cinematográfica en Los Ángeles. El mayor número, junto a Alaska, de parques nacionales de los EEUU, Bosques en el interior. Agricultura como una gran espina dorsal que la recorre. Grandes viñedos en el centro, Petróleo en sus costas.¿Alguien da más?

Hoy he tenido envidia de los jóvenes. Ha sido en Santa Bárbara, pueblo de la costa ya cercano a Los Ángeles. Su estructura central es tipo ciudad colonial española, división en cuadras con casas de paredes blancas y tejados rojizos. El aspecto global, alejándote ya del centro, es de una pueblo de la riviere francesa. Rico, hecho para jubilados, todo muy cuidado, ordenado, aceras anchas, comercios de lujo, flores ¡como olía el jazmín, por favor! y arboles rodeándolo todo. Una bahía preciosa, con paseo marítimo, palmeras y césped. Un destino caro, como me decía el imbécil que me atendió en el albergue. Además y ahí esta su punto juvenil tiene universidad. Cinco, para ser exactos.
Pero decía que hoy he tenido envidia de los jóvenes, y no precisamente de los anteriormente descritos, sino de la juventud en general. De su espíritu, de cómo se comportan, se reúnen, se conocen. Ha sido en el albergue, por la tarde, yo escribiendo y ellos divirtiéndose. Había alemanes, llegaban suizas, dos suecas miraban una peli, más alemanes con sus cervezas, unos canadienses viajando en furgoneta, un par de asiáticas, un par de rusas trabajando durante el verano en el albergue. Me he sentido viejo entre tanto veinteañero, tanto que me he ido a comprar un pizza y luego directamente a mi habitación.
2 comentarios:
para JIBA y JAES, una cita de Steinbeck (en sustitución de un vulgar beso de mi parte):
"Es casi imposible leer algo bello sin sentir deseos de escribir (¿o hacer?) algo bello"
Te tomo la palabra!!
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