sábado, 15 de septiembre de 2007

Tendrás amigos, tendrás amor, tendrás amigos…

Gracias a CL y LS, los primeros, natural, era su Nicaragua. Gracias a Sonia E, no acababa de pasar el huracán y ya acudía en mi auxilio. Gracias a Toño y Cristina, no pensé en ellos, ellos en mi sí, gracias. A Paco y Silvia, por la red de apoyo que han creado, gracias. A Viejo Lobo y Princesa Canela por vaciar sus armarios para que otros se vistan. Gracias a IH por dar de lo poco que tiene. A Carmela por dar más de lo que debería. A AVS por abrir su correo en Francia y responder a la llamada. A Mariajo y Amadeo, los primeros que invitaré a unas cañas, vendrán a verme. Gracias ML, por tus miedos, tu sensibilidad.

A Paul, mon bon ami, A Rosa es una rosa es una rosa. Gracias a Clara, a Laura, a Rodrigo y Andrés por vaciar su hucha. Gracias a un anónimo en una sucursal en Barajas, Madrid. A la princesa S., nerviosa por desaparecer unos días y no llegar. Gracias a GRL y JAES, por estar siempre cuándo y dónde los necesito. A Soraya, uno de sus fuertes, la generosidad. Gracias a Beto, que sin apenas conocerme aporta su granito. Gracias a JBA y a PT por el esfuerzo que han hecho. Y a Maremoto, y a Blanca que ya aprende que no todos los niños son iguales y deberían serlo. A Tochi, como siempre, por su celeridad.

Gracias a Ricardo por abrirme los ojos en referencia a Cajas solidarias, a Laura, amiga de Susana S., Gracias, como no, al Grillo damnificador, ya sé quién es, no me chivaré, demasiada plata para él. A Miguel, el de Roquetas. A Ada y Lula, que por primera vez han ido solas a un banco a ingresar sus ahorros. Gracias a JI Paraca, de Sitges, que no le conozco, gracias. A MB, ocupado en reconstruir su país, Perú, después del terremoto. Ay, y a mi madre, que falleció hace un año y que seguro que hubiese contribuido.

Gracias a los que lo han intentado y no han podido. Gracias a los que lo han pensado. Gracias a todos.

Entre vosotros habéis conseguido que tres familias vivan hoy un poco mejor que ayer –no que antesdeayer, entonces tenían algo–, sino que ayer. Tres familias, tres casas. Así lo ha decidido mi Negra. Para la de su papa, donde ella reside; para la de su mama y para la de su abuelo, también sin hogar. Ella sabe sus necesidades, yo la asesoraré o aconsejaré, pero ella distribuirá vuestra solidaridad. Confío en ella y en ella he depositado vuestra confianza. No os defraudará, lo sé.

1 comentario:

Anónimo dijo...

es un honor y espero ser la primera en dar las gracias por tu reconocimiento.!Qué buena tu labor!Quédate !Seguro que hay mucho trabajo allí y aquí estamos deseando colaborar, ya lo sabes.Muchos besos