sábado, 3 de noviembre de 2007

Medellín 2, città aperta

Por qué los colombianos me han abierto sus puertas
Ni puta idea. No lo sé, tengo que meditarlo, pero lo que si es cierto es que en diez jornadas he estado en más viviendas privadas que en todo el resto del viaje junto. He estado en las entradas, en salones –que en muchos casos es lo mismo–, no he podido estudiar en profundidad la distribución de sus hogares, pero el hecho de sentarme en un sofá ajeno es un estudio de sociología. En Bogotá, en dos; en Manizales, en otra y en Medellín en tres más. En Aracataca estuve de ronda familiar. Eso no pasa todos los días, eso no pasa en todos los lugares, eso también dice de la gente. Me encanta que me permitan entrar en su espacio privado.

Cinthya y familia
La conocí en CK, estábamos como aburridos y le pregunté si le apetecía acompañarme a ver el Metrocable. Me dijo que sí, pero primero tenía que pasar por casa de su tía a cambiarse de calzado. De acuerdo, le dije. Fuimos en taxi, y allí conocí a su tía Rosalda, a su prima Adriana y a Tere, enamorada de España donde ha vivido 12 años. Sin saberlo me invitaron a comer, luego en carro los cinco recorrimos los puntos claves de la ciudad –Plaza Cisneros, Plaza Botero, bibliotecas–, fuimos en el Metro, todo paisa te preguntará si lo conoces, subimos al metrocable, un telecabina que une con éxito la miseria con la ciudad. Quise pagarles un café y ya estaba cancelado. Me enojé y me alegré, lo explico más arriba. Disfruté de una reflexoterapia en el Parque de los Pies Descalzos, un recorrido a través de un inocente jardín japonés. Y nos despedimos, Cinthya a Cali, ellas a su casa y yo a hacer la maleta para salir el día siguiente camino de Tolú-Caveñas. Delicioso. Fue un placer conocerlas y penetrar un poco en su vida privada, en su casa.

Favor, utilice las canecas
Mobiliario urbano, papelera. Caneca, las llaman aquí. Definitivas para saber la evolución de una ciudad, de un país. Por su contenido –nos dicen que consumen en la calle sus habitantes– y por su contenedor (diseño, material) que nos refleja las tendencias, la renovación, la actualidad. Esta es de Medellín, pero esta tierra está llena de canecas nuevas como esta. Algo pasa, es un buen síntoma que las ciudades se renueven, y cuando ocurre se huele, se siente, se palpa. No es lo mismo una ciudad apuntalada que una con andamios, la primera lleva años muriendo, la segunda sale de algún agujero.

Arte en las calles
Sorprendente. No sólo en Medellín sino en todo el país, cualquier ciudad que se precie, hasta las más pequeñas tienen su porción de arte en las vías públicas y en las plazas. Y no sólo de figuras ecuestres o próceres de la sociedad, no, se trata de arte moderno, de materiales innovadores, de formas vanguardistas que llaman la atención en poblaciones en las que únicamente esperas encontrar algún busto de un general. Evidentemente no todas son joyas, hay, bajo mi punto de vista, obras no muy logradas, pero al menos se intenta hacer del espacio urbano un espacio estéticamente vivo, de contrastes y de diálogo. Todas, absolutamente todas las que he visitado poseen esculturas públicas. Medellín es la reina. Como en todo. Medellín tiene un Parque de las Esculturas. Medellín no mira a Colombia, mira al mundo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola señor de las aceras, exegeta de los caminos, oraculo de los vientos panamericanos. Pareces estar en forma pasado el ecuador de tu viaje.Muy curioso lo de colombia.Un lugar que te suena y por ello tienes de el una imagen. Resulta que cuando te lo cuenta alguien cercano coincide en poco con la imagineria que por lo menos en mi caso es hibrida de Macondo y los noticiarios de tv.El tambien peligroso 4º poder. Espero que el progreso o el desarrollo no sigan desarrollando poderes alternativos para controlar a los poderes establecidos que asi mismo se conviertan en poderes invasivos.Es facil de constatar practicando u observando la jardineria sobre suelo real: el descuido convierte cualquier orden en una selva.
Algunos biologos contemporaneos definen a la vida como una epidemia, el problema estaria en que la especie humana no favorece los desarrollos filogeneticos que la benefician en terminos de salud ontologica. Toma ya.Pues esta parte de la historia natural compete tambien a la ciencia de las costumbres humanas, demasiado humanas. Por cierto y en serio, muy chulas las ultimas entregas.un beso y cuidate.

Miguel dijo...

Hola Jorge y compaña, ésta es la parte de tu viaje que mas me está gustando con diferencia, y sabes que te sigo desde el principio, pero ahora entro a menudo a ver si has publicado una nueva entrada sobre este maravilloso país, ah...y por supuesto a ver tus fotos.
Un abrazo desde el sureste y mucho ánimo.
PD.
Me he permitido dedicarte, con mucha discreción por supuesto, la última entrada de mi blog. Espero que te guste.

Yuly M dijo...

Hola, ojala te puedas poner al dìa pronto para que cuentes de mi paìs, Venezuela, quiero saber que fue lo que màs te gustò y lo que menos ademàs ver imàgenes. Besos.