martes, 6 de noviembre de 2007

Tolú, tres historias más

Mis amigos vendedores
Los conocí en la calle, vendían artesanías producidas por ellos. Lo hacen después del colegio. Me lo prometieron. Para ayudar a la economía familiar. Se sentaban a mi alrededor e intentaban venderme sus joyas, uno vendía sólo llaveros, el otro sólo pulseras, el tercero "bolis", pequeños helados de fabricación casera, y la niña que no vendía nada pero les acompañaba. Con mucho dolor les dije que no podía comprar nada. Lo entendieron y les invite un par de veces a los bolis que vendía su compañero. Les intente explicar la conveniencia de diversificar su mercado, es decir, al que vendía sólo llaveros le dije que si con los mismos materiales podía hacer collares, aretes o pulseras, así tendría la posibilidad de ofrecer más productos al consumidor. Creo que lo entendieron, ahora bien, no tengo ni idea si lo habrán llevado a cabo. Encantadores.

Mañana de pesca
Coveñas, una de la tarde, pasan delante mío dos jóvenes que portan una red y una bolsa, se quitan su camiseta, se introducen en el mar y tiran su red. Media docena de veces, en distintos lugares no muy alejados entre si. Cuando salen, una hora después, no llevan muy cargada su bolsa. El día no se ha dado muy bien. Me pregunto por qué lo hacen: si ha sido la mamá la que los ha mandado para preparar la cena, si tienen un jefe que les envía todos los días, o si lo hacen ellos por voluntad propia para sacarse unos pesos y poderse tomar una cerveza. No se lo pregunté.

El paraíso de los zumeros
Como yo. México en su momento me pareció la hostia, hoy visto lo visto me parece una mentira. El paraíso de las frutas y de los jugos es Colombia. Sin lugar a dudas. Por qué? Pues por sus pisos térmicos que posibilitan que a cada altura haya una fruto diferente. Un lujo, un placer. Mi lugar. Un festival de colores, sabores y olores. Cada día pruebo una diferente, da igual, todas exquisitas, a veces pido que me enseñen la materia prima para fotografiarla; lulo, papaya, guanabana, mandarina, toronja, zapote, tómate de árbol… decenas de nuevos manjares. Con agua o con leche. Multitud de juguerías acompañan mi trayecto, las hay en todos los lugares, pequeños o grandes, al lado de la carretera o en el interior de las ciudades. Rico, rico.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando dentro de unos años se escriba la historia del capitalismo en Tolú, los libros hablarán de un curioso español que les enseñó lo que era la diversificación. ¡Eso sí que es ayuda al Tercer Mundo!

Anónimo dijo...

Ola tiio.. que taal??
Ada

Jorge Bonilla dijo...

Stieglitz, tú y yo tenemos que hablar. Prometo citarte… cuando llegue al Cono Sur, que sabes mucho de eso.

Besitos, Ada.

Mercedes dijo...

Necesito saber cómo se insertan las fotos en el blog, seguro que es una chorrada pero lo necesito. Besos. Mercedes. Ah y no sé si te ha llegado otro comentario mío, porque no sé si lo envié bien. Lo que pasa es que no entro a verlo todos los días y lo tengo hace poco. Estoy oyendo por la radio un macroconcierto de grupos de la movida madrileña en la sala El Sol. Mola. Bueno allá va, espero.

Mercedes dijo...

Soy Mercedes otra vez, una amiga de Lourdes. Quiero ir a Sudamérica en enero o febrero, tal vez, Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina. El mundo es muy grande para pasar toda la vida en el mismo sitio. Pero antes debo vender mis cuadros en diciembre para sacar pelas. Confieso que voy a ir a indagar si me voy un año a vivir por allí. Molaría mil. Así que si te pillo por allí cerca, podíamos vernos y me cuentas, porque la verdad es que he leido poco de tu blog, me lo pasaron hace un mes, más o menos. Me parece un planteamiento chupi. Bueno ya veremos cómo salen las cosas. Besitos.