
Delia, una mujer de mundo en un pueblo muy pequeño.
Vive en Paulatuk, a 400 km al Éste de Inuvik, es un poblado costero de 318 habitantes, que significa en Inuit lugar del carbón, Bióloga de profesión, es la responsable de un parque nacional de 16.000 km2 (algo mayor que la provincia de Burgos), donde van los Caribus a tener sus crías y al que sólo se puede acceder en avión. No hay carretera alguna.
Es guapa, alta y delgada, apenas tiene carne. Pelo castaño recogido y ojos azules ligeramente fríos. Viste vaqueros y una camiseta granate de algodón. Habla cinco idiomas: inglés porque es canadiense, francés porque se ha desarrollado en Quebec, alemán porque ha nacido allí, español porque ha pasado grandes temporadas en latinoamérica y, por último, finlandés porque su novio viene de allí. Nos vimos en el avión que nos trajo a Inuvik, nos conocimos en el taxi al centro y hoy, sábado, hemos cenado juntos.
Esta mañana la he visto aparecer en el B&B donde resido, y charlar con la mujer inuvit que ayer buscaba la policía y que según observo tiene la frente machacada. Trabajadora social, pienso en ese momento. Luego Marlene, que así se llama, resulta ser una subalterna de Delia. Aunque como me dice ella, "además de dirigir el parque natural hago mucho trabajo social, versión integradora". Hemos establecido el alemán como lengua de entendimiento, aunque como ocurre en estos casos siempre salpicada de algo de inglés y español. La emborracho a preguntas aprovechando que también esta Marlene. Hablamos de comida, porque todo lo que encuentro es fast food: hamburguesas, burritos, pizzas, etc. Y ciertamente es así, eso es lo que hay. Algo original no existe al menos que comas en el seno de alguna familia. Marlene ya me mira mejor, el encuentro esta mañana había sido muy frío, y saca de su habitación unas tiras de carne seca muy parecidas a nuestra cecina, que resultan de ser de caribú. Están ricas, nada más. La grasa de ballena también está muy extendida en el ambiente familiar, pero de eso no tiene. Que pena. El tema gastronómico es el que me da pie a proponerla cenar juntos. Y acepta.
De Delia no tengo foto. Durante la cena no la vi, estaba demasiado cerca. La imagen hubiera sido en el B&B, ella arrodillada descalza en el sofá en dirección a la joven inuvit, mientras su torso y cara girados me miraban a mi. Esa era la imagen, pero no me atreví a preguntarle.
3 comentarios:
Muchas gracias por tu relato, ese portátil deberíamos pagarlo entre todos (por cierto, ¿Mac o PC?), es un placer leerte, sólo espero que no te pases el día (de nuevo) pegado a la pantalla. ¡Un beso desde el Mediterráneo!
Gracias, Carlos. Es un Mac, of course. LOs PCs no sé manejarlos. No me paso el día pegado a la pantalla, me paso la noche, para qué estoy de vacaciones? Un beso
HOla! somos ada y lula! segun veo te esta llendo muy bien alli!te echamos de menos!!Que tal el ingles, o mejor dicho, americano! donde estas? que diferencia de horas hay?cuanto se tarda en ir?se te izo largo? yo voy bien en el cole y lula dentro de un par de semanas se va adoñana! con los caballos genial!que lo pasdes muy bien! kisses!
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