viernes, 28 de marzo de 2008

Ushuaia, ahora sí

Ayer por la noche en las cataratas de Iguazú conocí a un español de Barbastro, Huesca, que había venido a Ushuaia después de poner en búsquedas de Google "algún lugar en el fin del mundo" Y le salió Ushuaia. Esa es la clave, ese es el eslogan que hace atractiva esta ciudad, la de ser la más sureña del planeta, porque por lo demás Ushuaia, no nos engañemos, es una ciudad cualquiera, no tiene realmente ningún encanto. Es parte de un circuito. Los que están aquí vienen de Bariloche y El Calafate o piensan ir hacia allí, es la ronda sur del turismo en Argentina, la ronda norte serían las cataratas de Iguazú, donde ahora me encuentro, y punto, siendo Buenos Aires el eje central.

Prostitución en Ushuaia
Durante mi estancia en Arequipa leí en una visita al baño un reportaje sobre esa pequeña urbe y que sin embargo conseguía atraer a 180 mil turistas al año, la cosa iba de prostitución y del gran número de locales dedicados a esa actividad laboral. Me dio morbo, aunque no vi ni uno, debí estar ciego, tampoco los busqué… lo que si observe fue: hotel, restaurante, tienda de ropa, recuerdos y agencia de viajes; hotel, restaurante, tienda de ropa, recuerdos y agencia de viajes … y así sucesivamente. Y es que vienen cruceros, y eso sí que es prostitución, se contamina todo. Y eso me supera, no puedo remediarlo, aunque me alegra por la riqueza de los lugareños, pero yo, Jorge Bonilla, no pinto nada en lugares como ese. Me aburren, lo siento. Entro en letargo y en lugar de hacer de los problemas virtudes y divertirme me apago. No me gustaría ser así, pero no puedo evitarlo. Entonces toda actividad que realizo se ve contaminada por una sensación extraña, incómoda, ya sea recorrer el Canal de Beagle en un hipermoderno catamarán o subir a un glaciar en una aerosilla (telesilla) y después a pata. Y lo peor de todo es que me aíslo y no me apetece el contacto con nadie aunque es cuando más lo preciso… me pongo tierno y mimoso: no busco prostitución.

¿De dónde es uno?
De dónde se nace o de dónde se hace. Siempre que me preguntan de dónde soy tengo la misma tesitura, cuándo me preguntan dónde vivo es fácil, Madrid y punto, pero el de dónde soy, es diferente, me cuesta… entonces explico que de una pequeña ciudad al norte de España entre el País Vasco y Madrid. Burgos se llama. No me siento burgalés, ni defiendo sus valores, pero me siento de esa ciudad. Hay una diferencia. Creo que somos de donde hemos vivido nuestra adolescencia, la edad del pavo, el primer beso… cuando nos empezamos a separar del hogar familiar y somos capaces de descubrir nuevas calles, antes prohibidas. Y eso me ocurrió en Burgos, para bien o para mal. Salí con 18 años rumbo a Salamanca a estudiar y desde entonces sólo voy de visita. Hoy vivo en Madrid y me encanta Madrid, durante 6 años lo hice en Münster, aquellos maravillosos años, mañana puedo vivir en Nicaragua y sentirme Nica. Y sin embargo si dentro de 10 años alguien me pregunta en Centroamérica de dónde vengo seguro que diré que de Burgos, una pequeña ciud…

El psicoanalisis argentino, una cuestión de aires
Es una de esas preguntas que tenía en mi agenda mental y que me hubiese gustado responderme durante mi trayecto por esta parte del cono sur, por qué esa cosa de argentinos y psicoanálisis, en una sociedad que siempre ha querido ser primer mundo y que nunca lo ha logrado, ¿o es por eso? Para qué el psicoanalisis en la Patagonia, cuando todos lo problemas de allí son derivados del viento, ¿lo tuvo en cuenta Freud a la hora de lanzar sus teorías?, seguro que no, de lo contrario hubiese escrito al menos un apéndice al respecto. Fuera de bromas. Os prometo que me gustaría saber, descubrir por mi mismo por qué esa afición porteña, principalmente, por una teoría nacida en Europa, en un país pequeño, Austria, bastante endogámico, metido entre montañas y de religión protestante tiene tanto efecto en uno americano del sur, lleno de gallegos e italianos del sur, enorme, plano a más no poder y encima católico. A ver, a ver, quién responde a esto.

Pd: No hagaís mucho caso de esta entrada, estoy en plan pesimista-negativo y mi cabeza está saturada de paisajes, espacios y kilómetros. Seguro que si venís os encanta y os parece mágico todo, además seguro que con nieve es mejor, mas auténtico.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

allí allí, está la cosa entre austria y argentina, en el ich, en el es y en el über-ich

Anónimo dijo...

Preciosa la foto del faro en el pequeño islote, y más pingüinos que me encantan ... pero no me lo tomes a mal, George, lo siento Austria es un país profundamente católico (casi el 75% de la población). De allí Freud, sin ninguna duda. El catolicismo y el psicoanálisis tienen bastante que ver.

Jorge Bonilla dijo...

Ya digo en el Pd que no hagaís mucho caso de esta entrada. No obstante el católico se confiesa y el protestante se psicoanaliza… aunque ya sé que también hay católicos que se psiconalizan… Yo me entiendo.
Otra cosa, lo que tú dices pingüinos son cormoranes. si amplias la foto lo podrás apreciar. Todos nos equivocamos!

Anónimo dijo...

¿Tu crees que habrá sido un fallo freudiano, lo de los pingüinos y los cormoranes? Me confieso: Hasta los protestantes nos equivocamos.

Anónimo dijo...

sI UBIERAS NAVEGADO UNA HORA MAS HUBIESES ENCONTRADO A LOS PINGUINOS Y DE GRAN PORTE- ME PARECE QUE ES MUY POBRE TU APRECIACION DE LO QUE ES ESA CUIDAD QUE TIENE MUCHISIMOS ENCANTOS- SOLO QUE.....ES SEGUN CON EL CRISTAL QUE SE MIRE Y ...LO DE LA PROSTITUCIÓN ME PARECE UN COMENTARIO DE MAL GUSTO

Anónimo dijo...

como se nota ke lo unico ke hiciste fue dar un par de vueltas por el centro.... la verdad muy triste lo tuyo... pense ke tenias la mente un poco mas abierta... deci ke estuviste mariconeando como una nena con el frio y por eso no te gusto y listo...

Valeria dijo...

Ushuaia es linda, pero claramente como vos decis, fui porque iba al sur, mas que nada a apreciar los glaciares en El Calafate y a esquiar un poquito :P