lunes, 8 de octubre de 2007

Ciudad de Panamá, ciudad de paso

He tenido pereza, llevaba un par de semanas bajo, no quería escribir, no hacía fotos y el humor lo notaba ligeramente amargado. Uno no deja de ser lo que es, aunque esté de viaje. Algunos días vas sobrado, otros son de tránsito y el resto estás perdido. Panamá así ha sido. Ha sido una etapa de descompresión. Desganado, cansado y confuso.

Me pierdo muchos amaneceres, me levanto tarde,. Me acuesto tarde. Pierdo una luz interesante, la mejor para fotografiar, dura más, es más lenta que la de la tarde, el contraste es más perdurable. Hacia la ciudad de Panamá salí pronto y sentí esa luz. Luego dormí en el bus.

¡Por fin una ciudad!
Ya se ve desde lejos, el cruce del canal y el skyline panameño, hacía mucho que no veía tantos rascacielos, desde los EEUU. Me satisface, pero al mismo tiempo no sé qué coño hago aquí, estoy perdido… Paso horas en el hotel sin hacer nada. Enciendo el televisor, hasta ahora no lo había hecho con conciencia. Y sigo pensando qué pinto ahí.

Panamá suena bien, me parece una bonita palabra, con dos connotaciones claras: el Canal, con todo lo que implica y el movimiento de dinero. Sigue siendo así. Seguro que hay más cosas, bananos, café, pero esa ciudad, ese país, viven esencialmente de ese majestuoso corte en la tierra inundado de agua y de la actividad bancaria. Con un crecimiento enorme de población extranjera, –desde el año de 2002 a 2005 han establecido su residencia en el país 25,000 canadienses, 300,000 colombianos, 15,000 hebreos–. De los colombianos se habla mal, ¡que raro!, se temen sus billetes… falsos.

Unos integrados, otros a su rollo
Sociedad muy mezclada, la gran cantidad de mestizaje, no hay símbolos claros de racismo, uno en Bocas, negro como el tizón, se extrañaba de que en una regíón X aún hubiese gente que es racista. La clase media también tiene color. Es la primera vez desde que entré en Centroamérica que veo burguesía. Es muy extraño, os lo prometo. Para mi es un nuevo mundo.

Por otro lado están los indígenas que mayor o mejor acierto siguen sus tradiciones. En la city es normal encontrarse a mujeres Kuna, con ropas de vivos colores, piernas cubiertas de abalorios y con ¡pelo corto!. Tened en cuenta que desde México hasta Panamá no existen las mujeres con ese corte. 20, 30 máximo. Es el primer grupo étnico que encuentro en que las mujeres nos porten largos cabellos. Verlos entre los rascacielos es como estar en NY y ver a indios apaches paseando por Wall Street. ¿Por qué no? Pero son los pobres de esta tierra que alguna vez fue suya.

¿Pro gringos o contra gringos?
A los Ticos les gustan lo gringo, a los panameños no tanto, le han jodido durante casi un siglo, también les han dado riqueza. Tienen esa contradicción. Tienen moneda propia, el Balboa, que realmente no existe por que se paga en dólares, con la efigie de Washington, pero te dicen 7 balboas y tú pagas 7 dólares. La monedas fraccionarias se reparten entre los centavos gringos y los centavos, ahora sí, de balboa. Son iguales. Da igual.



Dos paseos
De día. El Casco Antiguo. Bonito, destrozado, recuerda a la Habana Vieja, guardando las diferencias. Se mezclan casas renovadas con edificios huecos y otros destrozados. Una pena. Podría ser precioso. Hay que ir en taxi, me aconsejan, hay que pasar por un barrio palero. !Hay como exageran!

De noche. Panamá Viejo, ruinas. Del XVII, destruida por sus habitantes ante el ataque del pirata Morgan. un simpático policía me la enseñó de estrangis con el consabido parlamento épico de la ciudadela. Luego me fui a cenar y a una disco.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, bueno.
Que ilusion encontrarte por el camino, entre Africa y America.
Todo lo mejor en el largo recorrido.

Rosario la Burundesa

Anónimo dijo...

Hola a todos.
Creo que en este blog se ha estado hablando de mí recientemente, y sin el debido respeto. ¿Por qué si no crees que te encuentras desganado, cansado y confuso? Y se me contacta mejor de madrugada, golfo, que eres un golfo. La vida es algo más que reggaeton y monte, brother.
Por cierto, Nietzsche ha muerto.

Jorge Bonilla dijo...

Hola Dios, por fin te has atrevido a intervenir, depués del último susto en el que un lector, que quería dinero, me dijo que mi blog salía citado en otro católico-religioso. Tienes razón la vida es mucho más que reggaeton y monte, es sobretodo sexo.

Rosario la Burundesa, qué placer!

azulvil dijo...

Pereza...? Tú lo llamas así. A mí me parece que estás -un tanto- harto, harto del blog, del viaje, de tener que vivirlo y además contarlo. Y editarlo...
Hey!? Qué coño cuento hoy sobre Panamá??? Ni idea.
Hay sitios que se mezclan con días donde y cuando a uno no le apetece descubrir nada, sólo que le descubran... Y si además la vida es sexo... apaga la luz que está amaneciendo.

Anónimo dijo...

Nunca te he escrito nada, aunque te he leído de forma intermitente. Vivo tu experiencia con una sensación peculiar, mezcla de curiosidad, admiración y tremenda simpatía; quizá sea por que te conozco. No me cabe la menor duda de que estas haciendo algo grande.
Vivir!!!!!!!!!!!!
Espero verte con las alforjas repletas y no solo de buenas fotos.

Fuerza y respeto de uno de Roa.

Anónimo dijo...

Nunca te he escrito nada, aunque te he leído de forma intermitente. Vivo tu experiencia con una sensación peculiar, mezcla de curiosidad, admiración y tremenda simpatía; quizá sea por que te conozco. No me cabe la menor duda de que estas haciendo algo grande.
Vivir!!!!!!!!!!!!
Espero verte con las alforjas repletas y no solo de buenas fotos.

Fuerza y respeto de uno de Roa.

Anónimo dijo...

Nunca te he escrito nada, aunque te he leído de forma intermitente. Vivo tu experiencia con una sensación peculiar, mezcla de curiosidad, admiración y tremenda simpatía; quizá sea por que te conozco. No me cabe la menor duda de que estas haciendo algo grande.
Vivir!!!!!!!!!!!!
Espero verte con las alforjas repletas y no solo de buenas fotos.

Fuerza y respeto de uno de Roa.

Anónimo dijo...

Dios, creo que me he pasado!!!
No te hinches mucho. Un poco de admiración es cierta. El resto es mi dedo impaciente.

Jorge Bonilla dijo...

Creo Azulvil, que ha sido un momento de reflexión, de análisis de lo que había sucedido. Todo: el desastre, el amor; la pobreza. Ahora con perspectiva creo que me metí en una buena. Y ante ese subidón de adrenalina, tensión, deseo… viene el bajón. Es normal, es como ley de vida. Las consecuencias? Las que tú describes. Muac!!

Ramón!! No me hincho, estoy controlando el peso porque me gusta comer. Lo consigo mejor cuando estoy solo. No como. Un beso.

Ana Victoria Aguirre dijo...

Hola Jorge...soy la amiga de Coco...Ana Victoria!!!y bueno la foto de coco quedo super linda!!!!Como va el viaje?
chao anav.