domingo, 29 de abril de 2007

Las fases de la luna


Allí por donde viajo me gusta mucho fijarme en cómo es la luna, no tanto en su fase de llena, que es igual de redonda en todos los sitios, sino cuando está en proceso de crecimiento. Ahí está la diferencia y es lo que realmente la hace hermosa. He tenido la suerte de llegar a estas tierras cercanas al Polo Norte cuando la luna se encontraba en la fase de cuarto creciente y he observado un fenómeno que ya había visto anteriormente en los Andes peruanos. No por su similitud sino por su absoluta diferencia. La que ven aquí no tiene nada que ver con la que observan los peruanos, casi se diría que estamos en dos mundos diferentes.

Nosotros, allí, en la Europa mediterránea, estamos acostumbrados a ver lo que denominamos "luna mora" (véase la segunda), que se caracteriza por cierta inclinación sobre su eje vertical y que representa muy bien todos los pueblo árabes: la media luna.

Aquí, en cambio, en Alaska, en los Territorios del Noroeste, la luna que ven es la primera de las tres y se va cerrando de derecha a izquierda como si de una cortina se tratase: es completamente vertical.

Por último, la tercera de las lunas es tal y como la ve un habitante de la zona andina, crece de abajo a arriba y está perfectamente representada en la denominada Escuela Cuzqueña de pintura, donde la luna se asemeja a los cuernos de un toro y que siempre se encuentra a los pies de la Pacha Mama (la Virgen). Estoy loco por llegar a la Patagonia y saber cómo crece allí, ¿lo hará de izquierda a derecha? ¿Será justamente al revés de cómo es aquí? ¿Hay algún lugar en el mundo que el cuarto creciente sea de arriba a abajo. No lo sé. La respuesta en unos meses.

Conversaciones
Hoy, una amiga, AVS, me ha dicho que si estuviese aquí me haría el amor. "Ay Jorge, si nos volvieramos ver con el rollo que tenemos ahora... te follaría" Nuestra relación es cosa de años, de muchos años. Hemos jugado mucho a pelearnos, yo la atenazaba mientras ella me mordía y me clavaba las uñas. No soportaba que la tuviese inmóvil y se agitaba como una gata salvaje. Sudábamos, sudábamos mucho en nuestras refriegas, me insultaba y yo me reía, fue delicioso, pero sin embargo no lo hicimos nunca. No sé por qué. Ella tampoco. Yo le he recordado la textura de su piel, nunca la he vuelto a sentir igual. Ella aún recuerda "la textura de tus preciosas manos, me hubiera pasado horas acariciandolas, pero nos teníamos que ir a ver a Fassbinder....". Me ha puesto contra las cuerdas: "¿estás seguro de que no estoy enamorada de ti? O lo estaba? O lo estaré?. No te fies de las apariencias, principe de los inuits." Yo sinceramente no lo creo, a ella ahora le excita mi aventura. Conversaciones.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estaba pensando que, al parecer hay que irse lejos para hablar de ciertas cosas, pero muy, muy lejos, Alaska, por ejemplo, no?

Anónimo dijo...

Disculpa mi corrección, pero la Pacha mama no es la Virgen, sino la Madre Tierra.
En el Norte de Argentina y zonas limítrofes se vener a la Pacha mama, pero no como si fuera una deidad, sino en honor y agradecimiento a lo que la tierra provee. Es costumbre que, cuando uno va a comer o beber, le ofrezca algo a la Pacha mama, rociando un poco de bebida en el suelo como brindandole algo de lo que la tierra brinda. En las alturas de la Puna, se hace un hueco en el suelo y allí se depositan las ofrendas; luego, se depositan encima piedras chatas para construir un pequeño monolito denominado Apacheta. En tiempo de los Incas, de esa forma se enterraban los muertos, sumiéndolos en grandes vasijas de barro para preservarlos en el tiempo.
Un fuere abrazo y gracias por brindarme tus relatos. Bernardo Gimelli (Buenos Aires - Argentina).
PD.: En la Patagonia, la luna se ve, como en todos lados, solo que el día dura mucho más y la Luna se ve durante gran parte del día.

Jorge Bonilla dijo...

Estimado Bernardo,
gracias por tu comentario. Sé que la Pacha Mama es la madre tierra y no la virgen, pero la representación que hizo de la virgen la magnífica escuela de Cuzco de pintura era una representación de la Tierra, más exactamente de los cerros, de los nevados que dominan esa parte del mundo; por esa razón tuvo tanta aceptación la idea católica del mundo entre la población original andina.
Respecto a la luna en la Patagonia, se ve justamente al revés que en el Polo Norte, la luna está girada respecto a como lo vemos las personas del Hemisferio Norte. Es sensacional. Es decir, ustedes ven el cuarto creciente de izda. a a dcha. y nosotros de dcha. a izda.
Un abrazo.