viernes, 28 de septiembre de 2007

Corn Island. Reggae Palace, una noche golfa

Una noche inolvidable, de las que dejan huella. El sueño de todo hombre: mujeres rozándose contra la entrepierna, sin complejos, sin miramientos. Nunca he vivido nada parecido. Invité a unas 20 o 30 cervezas, no más de 20 euros. De risa. No hay fotos, no hay documento gráfico, ni del local ni de la noche. Todo está en mi memoria. Espero que lo entendáis. Si venís no traigáis material, aquí hay de todo. Sexo, drogas y rock and ritmo. Bestial.

La noche se calienta. Jéssica
Salí a cenar, vi a una belleza que perdí de vista, conocí a uno de León, nica, estudiante, con el cual compartí otras jornadas: yo tenía plata, él no. aunque no abusó, me introdujo en la noche cornislandesa y me salvó de algún marrón. Tomando una cerveza se acercó Jéssica, negra, grande, tras unos minutos de conversación me pide 50 pesos (2 euros) para cenar, me regaló en beso en los morros. Desapareció y volvió. Propuso ir a bailar, el leones y yo ya lo teníamos previsto. Se adelantó mientras acabábamos nuestras bebidas.

Reggae Palace
Una nave, oscura, muy oscura, al fondo la barra, a los lados la sillas y mesas, en el centro la pista. Larga, enorme. Llena. A reventar de negrocaribeños. Música: reggaeton, reggae, ritmos caribeños y garífunos y el son del socarrón… ¡por favor, lo bailé cuatro veces! No recuerdo ningún chele (extranjero). Allí todos bailaban con todos, no había restricciones salvo alguna pareja que no era molestada por moscones como yo.

Jessica, ¡cerveza para todos!
Ya esperaba en la puerta, aunque no pagaba entrada quería asegurarse la bebida, y cómo, no paraba de beber. Les invité a ella, a su amiga, al amigo, al leonés. Me fui animando, me tome un par y mi cuerpo me pedía baile. Arranqué, al leones le pedí mota y como siempre, tarda, que si un amigo de un amigo puede que tenga… Empecé a moverme, solo, a mi aire, como un puto guiri. Me daba igual. El leonés consiguió algo, pero él no fue el receptor, Jessica lo fue. Movida. Me lo fumé en una hoja de cuaderno, repugnante, pero me dio el toquecito ese… que sólo conocemos los porreros. Jessica quería más birras, para ella, otra amiga y un nuevo amigo. Le dije que sólo a ella. Aceptó. Con ella no bailé.

Marina, una belleza de cuatro razas
China, negra, italiana y española. Vuelta a la pista, sin J, no me interesaba, le pedí baile a una belleza muy solicitada, Marina. Jessica se encabronó, se acercó y me ofreció más mota, le dije que no, que largo, que ya estaba cansado de ella. No le gustó. Seguí bailando, ya chorreaba. Marina aceptó, se restregó, movía su trasero a mi placer. Se giraba y entornaba sus piernas junto a las mias. Se agachaba, yo lo intentaba, pero eehh, el cuerpo se resentía. Bailó con otros, hacía lo mismo. A lo largo de la noche estuve varias veces con ella hasta que desapareció con uno… Quedé al día siguiente con ella pero me dormí. La volvería a ver dos días más tarde.

Shi Shi, o como se llamase
Mulata. Vestida de Harlem años 70. La reina de la pista, ninguna mujer se contorneaba como ella, la alabé, era puro ritmo, ¡qué movimiento de caderas! ¡Qué caderas! Qué cuerpo, que figura. Los brazos, el cuello: nacida para bailar. Todos los hombres y muchachos la querían, yo también, me concedió dos, el tercero no se lo pedí, me iba a decir que no, soy un jodido chele que baila fatal, no se hacer lo que ellos logran, y ella buscaba un hombre que supiese acompañar su sabrosura. Dos días más tarde la vi de día y la reconocí, era la líder de un grupo de baile juvenil.

La gringa
o eso afirmaba ella, pedo, muy pedo, enorme, con una grandes tetas que le llegaban hasta el ombligo. Bailar, bailar, no bailaba, se movía lo que le permitía el alcohol en sus venas, de frente me estrujaba contra su pecho, de espaldas me ofrecía su trasero. Me pidió baile tres veces, dos le acepté, a la tercera ya pasé. Pesaba mucho.

Un polvo sobre la hierba
Al leonés le perdí de vista. Volvió al rato. Había salido a follar con una que acababa de conocer, una de las amigas de Jessica. Le envidié, he sabido hacerlo. Me invitó a tomar algo, yo ya sólo bebía agua, no me quería poner pedo. "Jorge, me dice un pedrero (adicto al crack) que J. te ha robado 500 pesos." Se equivoca, le respondí, aunque estaba piripi tenía un buen control de mis finanzas. El pedrero quería ver donde guardaba la pasta.

Alondra, perdón, un buitre
Mientras me movía se acercó y se pegó a mi, quería bailar conmigo, acepté, se restregó, unió su sudor al mío, me pidió una cerveza, otro baile, otra cerveza, esta vez más cara, otro baile. Cuidado con ella, me advirtió el leonés. No me soltaba, me preguntó si podía quedarse conmigo, por qué no. Otra cerveza. ¿Qué me vas a dar a cambio? le pregunté, movió sus manos y las deslizó, marcando su figura, suavemente desde sus pechos hasta su cadera mientras me decía "mi cuerpo". Me reí, seguí bailando. Otra cerveza. Me senté, ella bailaba para mi, se agachaba, me rozaba el nabo con su trasero y me daba algún piquito. Otra cerveza, le di la plata y me engaño con la vuelta. Le dije adiós. Era una crakera, pedrera que les llaman aquí. Al rato ya bailaba con otro.

Baile con otras cuyo nombre no recuerdo, rechacé algunos tocamientos que me hacían mientras estaba solo o acompañado. O no me gustaban o estaba demasiado cansado. Otras me rechazaron. No bebí mucho, cinco cervezas, agua por un tubo, eran las 4 de la mañana cuando agarré un taxi que me llevó al hotel. Solo, el amor por mi Negra estaba demasiado cerca.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Corn Island, dos islitas en el Caribe

Dejemos el cielo y volvamos a la tierra, al pecado, a un punto muy pequeño, Corn Island, dos pequeñas islas a casi 70 km al Éste de Bluefields. 10.000 habitantes. Sólo visité una, la grande. Poca cosa hice en esos días, no me apetecía, además eran las fiestas del cangrejo, curioso nombre para celebrar la liberación de la esclavitud. Estuve de juerga. Me iba a quedar tres días, se convirtieron en seis. Esto ocurrió entre el 24 y el 29 de agosto.

Ahhh, como lenguaje
La entrada no puedo ser peor, mi desgarro, el ferry con 6 horas de retraso llegó de noche, el taxi me dejó en el hotel equivocado, unos tipos quisieron engañarme diciéndome que mi hotel ""don´t working" ¡Cómo que don´t working si esta mañana he hablado con ellos! Aaahhh!, entonces tiene reserva? Sí. Y de pronto ya sabían dónde estaba. Llego. Cerrado. Aparece un viejo, "Hola, tengo reservada una habitación" Aaahhh!, me responde y no se mueve. Son las once de la noche. Se lo repito y parece reaccionar, desaparece y vuelve con un manojo de llaves y prueba unas veinte. Por fin entro y me deprimo por la fealdad del espacio. Cierro la puerta, voy al baño, no hay papel, no hay toalla. Salgo, se lo explico: Aaahhh! vuelve a responder y se me queda mirando. Yo, a punto de perder los nervios, "Jorge, oohhmm". Mañana, mañana. Mis necesidades las limpio con los resguardos de los bancos. Ahhh, es la respuesta ante cualquier pregunta que no sepan contestar.

En un mundo de africanos
Fue un baño de negritud, otra minoria racial en el Caribe, aquí se llaman creolles; en Honduras, garífunas, en otros lugares caribes, da igual: son todos de descendencia africana. Son orgullosos, de su color, de su tamaño, de su inglés, se creen superiores, tienen algo de esa altivez cubana de que nadie les puede mirar por encima del hombro. Me gustan. Por el día tienen esa desidia tropical, lentos, apáticos, desganados, ¡uf, cuanto trabajo!! pero cuando se trata de bailar o cuando llega la noche se transforman: son puro ritmo.

De fiesta en fiesta
Bueno, era una sola que se celebraba en muchos sitios, durante el día y por la noche. Principalmente en la cancha de beisbol y una esplanada. La Big Corn Island se recorre en una hora en bici, pues no tuve tiempo, aunque la atravesé todas las noches… en taxi, después de la disco. Hubo una noche muy especial, que tendrá su propio capítulo, por lo lujurioso, por el éxtasis en que me vi envuelto.

Ellos… ¡en su salsa!
Niños, mayores, abuelos, madres y padres, y sobretodo jóvenes, muchos jóvenes. Este es un mundo en el que más del 50% de la población tiene menos de 25 años. Todo era como las fiestas de nuestros pueblos, pero con gente de otro color y con mucho ritmo, soy de la opinión que aprenden a bailar antes que andar. En la cancha, a las órdenes del maestro todos bailaban, bueno todas, porque los chavalos tocaban, percusión, lo que saben.

Follad, pero seguros
Tres lenguas, español, creolle y miskito. Representación teatral con contenido social: hacedlo pero no estropeéis vuestra juventud con un embarazo. Bien. Más, entre pausa y pausa de actuación nueva recomendación: hacedlo, pero seguros, el Sida mata. Más, reparto gratuito de condones. Mucho más: concienciar sobre la explotación comercial del sexo. Bien, muy bien. Que cunda el ejemplo.

Arqueología submarina
Yo no sé de donde viene llamar snorkel a lo que toda la vida hemos llamado buceo, desde hace 40 años lo llevo haciendo, pero desde hace unos pocos ya no buceo, ahora hago snorkel. Tonterías. Fue bonito porque además de ver peces de muchos colores vi un galeón español o pirata, quién sabrá, hundido. Se apreciaban los cañones y algo de su estructura. Pero más apasionante fue un barco a vapor de finales del XIX cuyo motor aún sobresale de las aguas como si fuera una pequeña plataforma petrolífera. Grandioso. Vibrante bucear entre los restos sumergidos, imaginarse cómo se vino a pique, lo que llevaba, ver los hierros retorcidos, la estructura, pensar cómo se quebró. Eso no lo había visto nunca, los pececillos, sí.

Las marinas
Me encanta el arte, la pintura, me lo inculcó de niño mi gran maestro Don Pedro Silleras, he visto acuarelas marinas toda mi vida y generalmente las he detestado. ¿No las entendía? Puede ser. Hoy las he descubierto, he entendido porque tantos pintores las han retratado. Por la luz, que ya lo sabía, pero que no veía. En Corn Island me quedaba embobado todas las tardes viendo las puestas del sol reflejadas en el mar y en las barcas. Una delicia. Tiré decenas de fotos, por fin amaré las acuarelas dedicadas al mar… o a la luz.

domingo, 23 de septiembre de 2007

Dios está en todas partes…

Hay que desengrasar, este blog está atento a la realidad, a lo que me pasa y a lo que vivo, para bien o para mal, pero no puede convertirse en un lagrimero de tristezas. La vida continúa y mi viaje también. Y que mejor que abandonar los dolores y las perversiones humanas, lo mundano, para ascender al reino de los cielos y hablar sobre el Divino, en todas partes.

… en las calles
"Que el Señor le guíe en el camino" Así se despidió de mi un predicador mexicano. Tenía voz de iluminado, necesitaba traductor en miskito. ¿Dónde está Dios? En la Iglesia Católica, en la Morava, en la Evangelista de Pentecostés, en el Ministerio Arbol de Vida, en la Iglesia Evangélica Bautista Conservadora, La iglesia de Dios, La Iglesia de Cristo, La Iglesia de los Sabatistas, en los Testigos de Jehová, Iglesia Camino de Vida de Jesucristo… Y todavía no he llegado al Amazonas donde hace seis años ya quedé estupefacto ante tanto salvador. Vienen a la selva buscando corderos para el rebaño del Señor. Eso, corderos, dóciles, manipulables. Y yo cada día más ateo, más pecador…, más humano.

… en los vehículos
Y sobretodo en los centroamericanos, principalmente taxis, coches de línea y camiones. Bien grande, para que se vea. ¿Será un reclamo publicitario para atraer clientes? En Dios confío. Sólo el Señor es Salvación. Donde hay amor hay paz, donde hay paz está Dios. Jesús es el Señor. Dios es amor. Sólo Dios es la luz. Dios es el camino. El Señor guía mi camino. Jesús guía mi camino… Jehová guía mi camino. Todo esto y más puede leerse allá por donde vayas. Yo sigo mi camino, sin Dios.

… en los mandamientos
Hoy es domingo y mi Negra ha ido a misa. Ella es de la Iglesia Morava, –pero no soy una buena cristiana, me decía– su papa es católico y su madrastra de los Testigos de Jehova. En Nicaragua son profundamente cristianos. Puedes discutir de política, de hombres y mujeres, de beisbol, de lo que quieras menos de Dios. Ahí no hay discusión: nos debemos al Señor. Cuando al Caribe trajeron los Mandamientos, lo hicieron en un papel doblado y justo en los pliegues estaban escritos dos de ellos, el que corresponde a "No cometerás actos impuros" y el de "No desearás a la mujer del prójimo". Todos los demás los pudieron leer y los cumplen con mayor o menor acierto, pero esos dos, al no poder leerlos los ignoran y no los cumplen, sin darse cuenta que Dios les vigila y les castiga por su "ignorancia".

… en los seres humanos
Da igual que te encuentres en Nicaragua, Honduras o Costa Rica, los encuentras por donde vayas, hay ordas de ellos, en poblados y en ciudades, son los evangelistas, predicadores, misioneros o como quieran que se llamen, son mayormente gringos, mujeres y hombres, y creen realizar una gran misión pastoral. Vienen a salvar almas, están convencidos de ello. Te miran o te saludan como si fueses un hijo perdido. No puedo con ellos, me superan, me recuerdan a los curas de mi juventud con esa voz de perdonavidas. Bueno, al menos no te tocan.

Mi padre en su carta de despedida antes de emprender el viaje me decía "en estos momentos es cuando envidio a los creyentes porque ellos pueden pedir ayuda mientras que nosotros, hijo, somos absolutamente responsable de nuestros actos y sólo nos queda confiar –sin soberbia– en nuestra responsabilidad." Pues eso.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Perversiones… naturales, humanas

Escribo desde Managua, la estancia en Puerto Cabezas de una semana ha sido dura, relatos estremecedores, imágenes que quiero olvidar, charlas con cooperantes, alegrías por mis amigos, agradecimientos por personas dolidas, petición de fotos para inmortalizar la destrucción, confianza traicionada. Un cúmulo de sensaciones que me han dejado marcado.

Naturaleza perversa. Remitido.
Me lo mandó Lilieth. Por email. "ayer viernes visite una comunidad indígena que se llama Mospam, pertenece al municipio de Waspam, ahí estábamos tratando de formar una finca academica, (…) no quedo nada, ni el bosque, las imagenes que tengo son aterradoras, la gente sin comer, pasamos dos horas haciendo una trocha (caminos), con machetes para entrar, mucho lodo, hasta la rodilla de agua, y cuando llegamos no tienen nada, mujeres recién paridas perdidas en el bosque bajando al rio Wawa, con niños tiernos en brazos y sus maridos con otros, rostros tristes y cansados, enfermos que no pudimos darles a todos medicamentos porque no tenemos, dimos atención medica, ropa, plástico y un poco de alimentos.

Te digo no se expresarte lo que siento, es mi gente, mi region y estamos sufriendo, yo estoy bien y mi familia, pero trabajo en el campo y ver destruido todo, se que no debo llorar, pero lo hago a escondidas, a ellos les demuestro fuerza y caminamos horas en la montaña, buscando gente viva, muchos no aparecen estan muertos,,no sabemos donde estan los caminos, andamos con brújula y GPS, pero es que no hay bosque ni casas, no hay nada, salen de repente y te piden agua al menos, los rios estan contaminados, los peces flotan en el agua, te cuento esto para que busques ayuda…" ¿Es perverso o no?

El caso Madeleine vs Huracán Félix. La perversión
Siempre que puedo ojeo la prensa española en la red. Desde hace un mes, más o menos, leo en primera plana el caso de Madeleine, del cual desconozco todo, salvo que ha desaparecido y que se acusa a sus padres de ello. El día 4 de septiembre el huracán Félix arrasó el norte de Nicaragua: casi 200 muertos, más de 70 desaparecidos, 300 niños huérfanos, repito 300, 10.000 casas destruidas, 17.000 dañadas, 400.000 hectáreas de bosque arrasados. Esta noticia duró en primera 4 días. ¿Es perverso o no? ¡Viva Madeleine y que se jodan los otros!

Otra perversión. Esta carnal. Dos versiones
Se llama V y según su hermana, la madrastra, tiene 26 años, ha acabado la Universidad, no ha tenido contacto carnal y no tiene novio, sólo amigos.
Segunda versión, la de mi princesa, sin saber lo que me había contado la madrastra: tiene 22 años, está acabando sus estudios, no es virgen, "no voy a esperar a ser vieja", le decía a mi perla negra, y tiene un novio casado
¿Por qué está diferencia? Porque la madrastra intentaba hacerme ver las ventajas de que yo me enrrollase con su hermana y no con una cenicienta como mi Negra, sin estudios, más joven y ya con un niño, "a los hombres no les gustan las mujeres con niños", me decía la malvada. Mientras V se paseaba a mi lado contorneando sus caderas, mirándome de reojo y haciéndose la dura. ¿Perverso o no?

Desaparición de imágenes… perversas
Nadie en Puerto Cabezas sabía de mi blog. Cuestión de discreción, nadie salvo la compañera de la peluquera a la que acudí en búsqueda de ayuda para que la niña de mis ojos, dado el caos en esos días y a su incultura en internet, pudiese ver las imágenes polémicas antes de su publicación. Le pedí absoluta discreción, ¡a ella que es tan buena cristiana! Me traicionó. A Nayda las fotos le encantaron y sobretodo que alguien dijese cosas bonitas sobre ella, que ella se viese protagonista de una historia. A los tres días de mi estancia se encontró con un amigo, "te he visto desnuda en internet" le dijo. Ella lo negó. El mal ya estaba hecho. Me hundí, quité las fotos y toda referencia a su nombre, salvo las iniciales. ¿Es eso perverso o no?

Siete días con mi Negra
Deliciosos, a pesar de algún desencuentro producto de sus miedos a salir de la casa. Ha sido educada para permanecer es su hogar. La visité todos los días, allí comprobé su tristeza, su pesadumbre. En cuanto la sacaba de su entorno reía, se divertía, pero tenía que arrastrarla para llevarla a cenar o a dar un paseo. No ocurría lo mismo para ir a dormir conmigo. La separación no fue tan desgarradora: los dos sabíamos el final. Ella hace que se me pare el corazón… o que se me acelere. Mi corazón se ha vestido de negro y va a costar que se destiña, a pesar de la distancia. Ella me espera, yo no le he prometido nada, pero… Esto no es perverso. Esto es amor. Punto.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Carta agradecimiento de Nayda y su familia

Por segunda vez este blog se abre a sus protagonistas, la primera fue a mis jóvenes amigas Clara y Laura y esta segunda a la familia paterna de Nayda, a su madre no la pude ver aunque teníamos previsto una excursión a su comunidad que al final no pudimos materializar.
Lo que a continuación sigue es la transcripción de lo que ellos han escrito para vosotros/as. Adjunto también los documentos originales, así como el presupuesto de materiales para la casa y el plano correspondiente.

Agradecimiento de Nayda
A través de la presente agradezco infinítamente a todos los que me apoyaron en este momento tan duro que estamos viviendo nosotros. Por el paso del huracán Félix que nos afectaron en gran magnitud. Agradezco a todos Ustedes en nombre de mi familia, mi madre que vive en la comunidad Kuiwitigni que en este momento quedó sin casa tanto mi abuelo que tiene 80 años, y mi padre que actualmente vivo con él, nos quedamos en la miseria. Pero con la ayuda de Ustedes pude apoyar a toda mi familia, para que tenga por lo menos un techo para protegerse de la lluvia. No tengo palabras para demostrar mi gratitud, sólo pido a Dios que les de muchas bendiciones y que les proteja.
Y agradezco a mi amigo Jorge por haberle tocado la puerta de su corazón para que Ustedes me apoyen. Soy Nayda Jackson de nacionalidad nicaragüense de la Región Autónoma del Atlántico Norte.
Dado en la ciudad de Puerto Cabezas, a los nueve días del mes de septiembre del año 2007. Firmado Nayda Jackson.

Agradecimiento de José Barberena Jackson
Nosotros, familia de José Barberena Jackson de nacionalidad nicaragüense, del domicilio de Puerto Cabezas de la Región Autónoma de Atlántico Norte: José Barberena Jackson, padre de familia; Oralia Artola Lincon, madre de familia; Nayda Jackson Yánez, hija de 22 años; Jessi Barberena Artola, hijo de 15; Maike Barberena Artola, hijo de 11; Jefferson Barberena Artola, hijo de 6 y Yubelca Anahi Jackson, nieta de un año, agradecemos de corazón a todas aquellas personas que nos han apoyado en los momentos difíciles, por medio del Sr. Jorge Bonilla que es el actor de esta gestión, él vio nuestras necesidades, perdimos nuestras casas y otros artículos más por el Huracán Félix.
También agradecemos de corazón al Sr. George por la gestión que realizó para esta humilde familia necesitada.
Que Dios bendiga a cada uno que nos brindó su apoyo, espero mantener este lazo de amistad.
Dado en la ciudad de Puerto Cabezas a los 10 días del mes de septiembre del año dos mil siete. Cordialmente José Barberena Jackson, beneficiario.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Tendrás amigos, tendrás amor, tendrás amigos…

Gracias a CL y LS, los primeros, natural, era su Nicaragua. Gracias a Sonia E, no acababa de pasar el huracán y ya acudía en mi auxilio. Gracias a Toño y Cristina, no pensé en ellos, ellos en mi sí, gracias. A Paco y Silvia, por la red de apoyo que han creado, gracias. A Viejo Lobo y Princesa Canela por vaciar sus armarios para que otros se vistan. Gracias a IH por dar de lo poco que tiene. A Carmela por dar más de lo que debería. A AVS por abrir su correo en Francia y responder a la llamada. A Mariajo y Amadeo, los primeros que invitaré a unas cañas, vendrán a verme. Gracias ML, por tus miedos, tu sensibilidad.

A Paul, mon bon ami, A Rosa es una rosa es una rosa. Gracias a Clara, a Laura, a Rodrigo y Andrés por vaciar su hucha. Gracias a un anónimo en una sucursal en Barajas, Madrid. A la princesa S., nerviosa por desaparecer unos días y no llegar. Gracias a GRL y JAES, por estar siempre cuándo y dónde los necesito. A Soraya, uno de sus fuertes, la generosidad. Gracias a Beto, que sin apenas conocerme aporta su granito. Gracias a JBA y a PT por el esfuerzo que han hecho. Y a Maremoto, y a Blanca que ya aprende que no todos los niños son iguales y deberían serlo. A Tochi, como siempre, por su celeridad.

Gracias a Ricardo por abrirme los ojos en referencia a Cajas solidarias, a Laura, amiga de Susana S., Gracias, como no, al Grillo damnificador, ya sé quién es, no me chivaré, demasiada plata para él. A Miguel, el de Roquetas. A Ada y Lula, que por primera vez han ido solas a un banco a ingresar sus ahorros. Gracias a JI Paraca, de Sitges, que no le conozco, gracias. A MB, ocupado en reconstruir su país, Perú, después del terremoto. Ay, y a mi madre, que falleció hace un año y que seguro que hubiese contribuido.

Gracias a los que lo han intentado y no han podido. Gracias a los que lo han pensado. Gracias a todos.

Entre vosotros habéis conseguido que tres familias vivan hoy un poco mejor que ayer –no que antesdeayer, entonces tenían algo–, sino que ayer. Tres familias, tres casas. Así lo ha decidido mi Negra. Para la de su papa, donde ella reside; para la de su mama y para la de su abuelo, también sin hogar. Ella sabe sus necesidades, yo la asesoraré o aconsejaré, pero ella distribuirá vuestra solidaridad. Confío en ella y en ella he depositado vuestra confianza. No os defraudará, lo sé.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Uno siempre vuelve donde ama. Camino a Bilwi

He vuelto, he vuelto donde se ama, he vuelto al desastre. Me lo pidió mi Negra. Podía haber enviado el dinero a través de W.U., pero he preferido traérselo. 24 horas de autobús, apenas 600 km. Verla, no debería, traerá consecuencias; acompañarla, obligatorio, ¡no se puede dejar a un ser querido tirado!, y ella lo es. No ha sido fácil decisión.

Del Pacífico al Atlántico
Del Este al Oeste. La carretera, un hilván que parte en dos mitades Nicaragua. Un trayecto infumable para sus gentes, la burla de la pobreza. Un camino que les aísla, Quién es capaz de estar montado 24 horas en un autobús para 600 km, 4 averías, nocturnas; interminables paradas para echar agua al carburador o cómo se llame eso del motor, otra parada para sacar otro colectivo del arcén, parada y fonda, claro. Parada en los puentes, para testarlos. Es el expreso de los lunes, de Managua a Puerto Cabezas, sin paradas, dicen. Y no mienten, algunos pasajeros se montaban sin parar. Sin embargo monté, para ahorrar, para mi Negra.

El viaje más entrañable
Casi todos miskitos, vuelven a echar una mano, caras tristes, gestos tensos, más ellas que ellos. Confraternicé con los chavalos, el conductor y sus dos ayudantes, hice muchas risas. Lógico entre tanta parada. Pagué 14 euros, con vuestro dinero, para comprar el pasaje a una joven miskita que no la fiaban hasta llegar a Bilwi, sus papas tampoco tenían casa ya. Uno me quiso estafar 50 pesos, al final fueron 20 (90 céntimos). Me fumé un par de petas, aislado, lejos. No dormí, mi almohada está pinchada y mi fular se perdió en el camino –no sabéis lo que le echo de menos–. Lloré sus miserias. Oí música, mucha. Me aprendí una canción. Largo tiempo de pie, en la puerta delantera, abierta, fotografiando, fumando, observando las miserias a 20 por hora. El más entrañable.

La ruta del desastre, bueno, una de ellas
Fary, el conductor y el "estafador" me avisarían, iba a ser ya de mañana, con el amanecer llegaríamos adonde la naturaleza abofetea a los pobres de los pobres, a la zona más deprimida de la linda Nicaragua. Atrás hemos dejado el asfalto, las zonas lecheras, estamos donde no hay nada, ahora ni casas, sólo tablones desperdigados y chapas de zinc entre los árboles caídos, miles. Algunas tiendas de campaña, improvisadas, con plásticos, se apiñan en los arcenes, por si cae algo. Unos niños atraviesan la pista con una rama para ver si para alguien y les da dos pesos, ¡joder, ahí no paramos!

Mi propio huracán
Mientas Félix destrozaba el Atlántico nica otro huracán se formó entre SJdS y Barna. Lo típico, amiga te envía link, lo pinchas, te responden que sí, que les interesa, que les gusta y yo, desnudo, oh cielos…, no tengo nada…, qué me pongo… Pues eso, que no tenía un texto alternativo, tenía que actualizar mi blog y el único que había en nevera era, lo sabía, el más conflictivo. No me arrepiento de nada de lo publicado, ni de texto ni de imágenes, pero me jode esa puta casualidad o esa falta de previsión, aunque llevaba una semana anunciando "mi historia". ¡Puta casualidad! Me han leído más de los que deberían, este blog, quizá, deba ser más íntimo. Los secretos, las confianzas a cuatro ojos se revelan mejor en un club de jazz que en un estadio de fútbol. Que sirva de lección.