lunes, 16 de abril de 2007

Una exposición. Un nuevo mundo


Todo empezó con una exposición:
Anni y Josef Albers. Viajes por Latinoamérica. Fue a principios de diciembre en el Museo Reina Sofía (Madrid), yo llevaba un otoño bastante arrastrado (mi jefe me puteaba ignorándome en la toma de decisiones) y las posibles salidas que veía me deprimían más que mi situación en ese momento. Y vi la luz: según iba avanzando en la exposición meditaba sobre la valentía de los Albers para, desde el exilio americano tras la huida de los nazis, embarcarse en la aventura de estudiar el textil azteca e inca (ellos eran profesores de textil en la Bauhaus). Y me pregunté si ellos lo han hecho en el año 34 y con los medios de entonces por qué no voy a poder hacerlo con los medios actuales. Este fue el comienzo.

Después vino el sondear a mi círculo más cercano, el saber que opinaban, cuáles eran su reacciones, el tanteo para ver si estaba cometiendo una locura. La reacción fue siempre de ánimo, nadie, absolutamente nadie me desanimó. A finales de diciembre ya estaba navegando por Google Earth y estudiando las posibilidades económicas de semejante empresa. Me lo podía permitir. Lo último que quedaba por hacer era despedirme de donde trabajaba y arrancar los preparativos para salir a principios de abril. ¡Ah!, y la historia de la cocina, pero esa es otra historia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya lo dijeron ellos (no me acuerdo muy bien si ella o él):
la base de la creatividad es: SIMPLEMENTE MIRAR Y VER