He abandonado el norte helado como corresponde a estas latitudes, nevando. Me he despedido de Marlene, que apenas me ha visto: su rostro aún permanecia hinchado y sus ojos casi no existían después de la paliza que le habían dado. Me ha llevado hasta el aeropuerto un taxista croata venido tras la guerra de Yugoslavia a primeros de los 90. En el aeropuerto he hecho algunas fotos y me he comprado unas delicatessen: chorizo de bisonte y cecina de caribú (una especie de ciervo).Le he cogido cariño a este pequeño pueblo bajo permantfros, no tiene nada, todo es nuevo, su población está básicamente formada por jóvenes: más del 60% es menor de 30 años. Las familias son numerosas, se parece más al Tercer Mundo. Hay niños, muchos niños. Antes morían de abandono, hoy, son gordos, muy gordos.
Aquí en el Norte, todo es grande, las casas son grandes, los coches muy grandes, mejor dicho los 4x4, porque apenas hay coches normales. Las lavadoras, las cocinas, los tarros del café y los paquetes de tabaco. Todo es enorme. Quizás porque el país es grande o quizás acomplejados ante el gran Hermano de Sur, EE.UU.Sueño (3)
Ayer me acosté tarde, a eso de las 2, como como viene siendo costumbre. Estuve hablando con JBA y también viéndonos a través del Skype. Antes ya lo había hecho con M, el peruano y y con LSA, que me enseño a manejarlo. ¡Que buen invento el Skype!
Por razones que desconozco he vuelto a Madrid, han sido dos horas interminables, tormentosas y huidizas, perseguido por una manada de periodistas micrófono en mano y con largos abrigos de entretiempo ¿? Yo, acalorado, vestido con ropa de invierno polar y la mochila acuestas me he refugiado en la tienda de C de la F, antiguo compañero de Guía del Ocio, él se reía, mejor dicho uno de ellos porque eran dos C, vestidos de diferentes formas en distintos emplazamientos del local. Uno reía y el otro me observaba con extrañeza. He llamado a GRL para quejarme del acoso a que me veía sometido y para decirle que yo no tenía nada que contar, que lo mío era un viaje muy personal. Ella me ha contestado, "ya Jorge, es tu culpa por escribir el blog". "Sí, pero mi blog es poco práctico, no da datos importantes" he dicho en mi defensa. El desenlace final lo he olvidado, sólo sé que me he despertado, que eran las 4.30 y he encendido el ordenador, abierto mi blog y mirado mi correo. No había ningún mensajes nuevo. Después he dormido plácidamente hasta las 8, que me he levantado.
Rostros



Sin comentarios. Sus caras lo dicen todo.
Zapatillas de andar por casa
El día de mi partida mi amigo JAE en su blog profesional, el mío es de aficionado, hacía mención al regalo que me habían hecho él y otros amigos para el viaje: unas zapatillas para andar por casa. Se las había pedido yo y a ellos les pareció gracioso.
En este país se descalzan en todos los sitios, cuando entran en la piscina, media docena de carteles te lo anuncian nada más traspasar la puerta –ayer me di un chapuzón y una sesión de sauna–; cuando entras en la tienda de artesanía y recuerdos; y sobretodo cuando entras en cualquier casa, hostal o albergue, antes incluso de saludar ya se están quitando los zapatos. Y yo con mis zapatillas de andar por casa.Ya estoy de nuevo en Whitehorse, y me han asegurado que hoy sí, que hoy se podrá ver la Aurora Boreal, ¿será esta vez cierto? Mañana os lo cuento.
Y se hizo la luz… del Norteque es lo que significa Aurora Boreal. Pues sí, esa luz verde que se ve al fondo, ese espectro móvil, ésa es. Ya puedo morirme tranquilo. Ha sido durante unos minutos del martes 1 de mayo de 2007 a las 00.30 de la noche en la ciudad de Whitehorse. Inborrable su luz, inolvidable su movimiento.














